Renzo Piano en Milan

El pasado 21 de Mayo se inauguró en Milán la exposición Le cittá Visibili (Las ciudades Visibles) que presenta material arquitectónico producido en el estudio del arquitecto italiano Renzo Piano (PRBW Renzo Piano Building Workshop).
La jornada comenzó con el encuentro de Piano y cientos de jóvenes reunidos en la plaza oval del Politécnico de Milán.
“La arquitectura es una aventura, la aventura del espíritu”, fue una de las frases con las que comenzó su discurso. Para él, la aventura comienza desde el pensar las verdaderas razones del proyecto y continúa con los inconvenientes encontrados en la construcción de las obras.
Manifestó en varias ocasiones la emoción que le provocaba estar reunido con tantos jóvenes en su alma mater, a la que no había regresado desde que terminó sus estudios de arquitectura en 1964.
“El arquitecto es el ladrón por excelencia, debe robar para después restituir”. Respondió a la pregunta acerca de qué pensaba de los maestros. ¿Quién era Renzo Piano en la universidad? Le preguntó otro estudiante. Contestó que llevaba una doble vida; trabajaba de día y estudiaba de noche.
Y la pregunta controversial fue acerca de política: ¿cuál cree Renzo Piano que sea la relación entre política y arquitectura? Respondió que los políticos deben hacer concursos “Si te llama un político para hacer un proyecto, estas frito!” En cambio, cuando se gana un concurso, el político cede todos los derechos del proyecto ha quien ha ganado porque fue un jurado el que eligió el triunfador.
Para terminar, se le pidió que hiciera un croquis para dedicarlo al Politécnico Campus Bovisa, y Piano bromeó diciendo: “Aquí hago el croquis y después comenzamos el ejecutivo”.
Por la tarde, se llevó a cabo la inauguración de la exposición en la Triennale, Palacio de Arte ubicado en los jardines del Castillo Sforzesco. Las palabras fueron pocas pero la muestra supera cualquier frase que se pudo decir. No es sólo el contenido que ofrece, sino también, los cambios realizados en el sitio mismo.
Al subir la gran escalinata que conduce al segundo piso, lo primero que cruza la vista del espectador es un muro rojo que sirve de fondo a varias maquetas hechas de madera.
Cruzando el muro, cuatro tarimas tapizadas de plantas, cortes, fachadas, cortes por fachada, perspectivas y croquis, algunos dibujados por el propio Renzo Piano -en color verde como él acostumbra-. Y en el centro, una gran mesa con maquetas de estudio y carpetas de trabajo accesibles a cualquier persona que visita la muestra. La gran mesa asemeja una verdadera mesa de trabajo en cualquier despacho de arquitectura, tanto que el material se puede revisar hoja por hoja.
La segunda parte de la muestra es aún más espectacular. La dimensión del espacio se multiplica, la luz natural entra y la exposición del material también se transforma; planos y fotografías cuelgan de las vigas del techo. Las maquetas ahora son profesionales. Reproducciones del Centro Pompidou, el Centro Paul Klee en Suiza, el Aeropuerto Internacional de Kansai, el proyecto Tibaou en Nueva Caledonia. Se muestran hasta vigas modelo utilizadas como patrón en la construcción de los edificios.
En fin!, Realmente es una cantidad de material que asombra a cualquiera y motiva a muchos. Recomiendo ampliamente la muestra. Me atrevería a sugerir un viaje a Milán expresamente a ver esta exposición que continuará hasta el 16 de septiembre. Personalmente considero el trabajo de Renzo Piano digno de admiración. Si bien, como dice el presidente de la Triennale Davide Rampello, Piano pertenece al concepto de star system, en este caso particular creo que lo tiene bien merecido.